Ya lo sabemos, todos tenemos un poco de miedo. Cuesta levantarse (a veces) y saber que nada fue en vano. El silencio es cómplice y la angustia, el dolor. De los dias vuelven cosas y las cosas cambian fácil, una vez no ves y otra vez crees ver todo al revés. A veces hay que mentir, a veces hay que decir la verdad, y otras veces hay que callar y seguir y seguir. Como muelas que se rompen, como dientes que se asfixian, y seguir y seguir y seguir. A veces hay que matar, a veces hay que saber perdonar y otras veces hay que olvidar y reír. Como el miedo de la noche, como el miedo en la mañana:
y seguir y seguir y seguir.
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