Modo catársis: ON.
LLegué a la facu, me encontré con mi amiga como siempre, subimos al 6to piso para ir a cursar Embrio. Y como teníamos tiempo de sobra, nos pusimos a charlar sobre los pro y los contra de nuestra carrera. Que loco que algo que te haga tan feliz, también te saque tantas cosas. ¿Será que uno tiene que resignar cosas para llegar a eso que quiere? Pero los días pasan (volando por cierto) y resulta que nosotros pretendemos que esté todo intacto a nuestro alrededor: que no pase nada porque tengo que estudiar, que no esto porque tengo que estudiar, etc etc etc. Y las cosas pasan, se pasan, y a veces pienso que no puedo aprovecharlas como quisiera. El no poder tener una tarde libre para ir a tomar mates con mis abuelos, con mis amigas, y responder siempre con un: no puedo, tengo que estudiar, llegan al límite y me cansan a mí misma. No me quejo, tampoco dejo de vivir la vida por estudiar esto. Medicina es parte de mi vida, es una de mis más grandes prioridades pero no es mi vida entera. No quiero dejar de hacer las cosas que hacía, aunque es inevitable. Pero trato de no perderme algunas salidas, algunos mates, algunas charlas, cosas que me hagan olvidar y despejar un poco mi cabeza que ya no sabe donde retener tantos datos y tantos nombres raros. No me arrepiento de todo mi esfuerzo, a veces vale la pena, a veces me hace falta más. Pero no tengo dudas de lo que quiero, y quiero que me futuro sea así, y así me veo. Con mi delantalcito blanco y título que diga "Dra. Górriz", por más esfuerzo que eso requiera, por más cosas que tenga que sacrificar, aunque hay días, como estos, dónde necesito un respiro. Tomar una bocanada de aire bien grande y seguir, seguir y seguir ...

HE DICHO.