Sinceramente no sé porque me empeño en creer que te importa algo de mí o de lo que haga. Creo que es eso de querer convencerse a uno mismo. Siempre tuve la sospecha de que ni te interesa, pero trato de creerme que no, que no puede ser. Hoy te digo: gracias por confirmarmelo. Gracias, ahora sí que no me creo más una palabra tuya. Te lo juro. Después soy yo la que hiere cuando habla, ¿Y vos? ¿Te preguntaste alguna vez si me duele las cosas que me decís? ¿Te preguntaste si me lo merezco? . No me estoy victimizando, no me gusta hacerlo. No lo necesito. Pero tengo la capacidad de reconocer mis errores, aunque me cueste, aunque sea orgullosa, lo hago. Pero vos no. Crees que sos la perfección andando, que tu verdad es la verdad, y estás tan equivocada. Antes de juzgar a los demás, deberías juzgarte a vos misma, juzgar TUS actos, TUS palabras, para poder dar cátedra de como hacer las cosas. Hoy estallé, lloré como hace rato lo hacía. Pero me desahogué. Aunque adentro tengo bastante angustia, no lo voy a negar. Gracias por hacerme sentir que si no existiera quizás para vos sería mejor. Una vez más me di cuenta de que no vale la pena esforzarte en hacer las cosas bien si no van a valorarlo, si no van a tenerlo en cuenta. De que siempre sale ganando el que menos lo merece. Perdoname por las molestias eh. Gracias, ahora sé que con vos no puedo contar.