20.6.09

Aquella noche hacían cola los sueños queriendo ser soñados. Pero ella no podía soñarlos a todos, no había manera. Uno de los sueños, desconocido, se recomendaba:

- Sueñeme, que le conviene. Sueñeme, que le va a gustar.

Hacían la cola unos cuantos sueños nuevos, jamás soñados.

Estos días me siento así. LLena de sueños, llena de ganas, llena de positivismo y esperanza de poder. Hacía rato que no lo experimentaba, a veces ese empujoncito es más fuerte de lo que uno cree. Y creo que lo andaba necesitando... ¡A babuchas de este sueño, me voy derecho a lo que venga! ♪

1 comentario:

  1. Buena onda, poner los sueños en fila. A ver, guachitos, quien quiere ser soñado.

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