12.1.09


Yo aquí vivo, quinto piso. No consigo sonreír. Y la tele es un revólver, y el vecino es un caníbal como yo. Y hay tanta gente por la calle disimulando la amargura. Hay tantos lunes que los viernes, están armando un sindicato. Para acudir a la fortuna te venden dioses novedosos. Para encontrarse la ternura, hay quien se manda una pastilla. Este septiembre tan enero, y esta sonrisa tan llorona. Tanto cielo, tanta luz, ¿quién me observa desde allí?. Tantos ríos, tanta sed, tanta prisa por llegar. Y el fútbol de los domingos, y el café que abre unos ojos que no ven ...